5/5 ★ – JaimeDiaz's review of Outer Wilds.

Como la mayoría de críticas de Outer Wilds que buscan no contar mucho, que complejo es escribir de este juego sin destripar nada de su experiencia. Procuraré quedarme con las sensaciones y alguna mecánica fuera de contexto y así no estropear nada. Outer Wilds es la clase de juego que pondría como ejemplo del alcance que puede llegar a tener este medio. Sin la necesidad de decir que sea "el mejor de la historia" ni nada por el estilo, si que creo que pertenece a ese pequeño grupo de privilegiados con los que identificamos una narrativa imposible de trasladar a cualquier otro medio. Entrando ya a lo que el juego nos propone voy a empezar destacando una de las principales virtudes que quizás lo diferencia de una gran cantidad de videojuegos: la ausencia de un objetivo claro. Nada nos marca qué hacer. Somos nosotros y el universo repleto de misterios, algunos de ellos tan universales que sería raro que alguien no lo encontrara intrigante. Las motivaciones para avanzar vienen precisamente del propio jugador. Siempre hay lugares de los que tirar del hilo, de conocer más, de aprender nuevas mecánicas. Mecánicas que por cierto, están disponibles desde el minuto 1, pero que la única manera de utilizarlas es saber cómo. De ahí que sea tan emocionante ir desvelando nuevos secretos y conocimientos a poner en práctica. Outer Wilds pone a tu disposición un patio de recreo físicamente realista donde se pone a prueba las leyes de la gravedad, los agujeros de gusano, el efecto coriolis y muchísimos más conceptos que a priori son complejos pero que al ser precisamente jugables, en realidad, son evidentes. Y es que justamente se hayan traducido estos conceptos a mecánicas jugables es lo que hace que el jugador se sienta tan motivado por continuar descubriendo el sistema solar de Outer Wilds. A partir de aquí ya poco más puedo decir que no sea comenzar a desvelar sensaciones e interpretaciones que nos transmite Outer Wilds a través de ideas tan universales como la relación del ser humano con el universo, el tiempo, la vida y la muerte, o la amistad. Nada de esto se explica o se expone directamente, sino que el equipo de Mobius lo plasma de tal manera que estas cuestiones y preguntas emergen en nuestros pensamientos semanas después de la finalización del juego. En mi caso ocurrió una vez terminé el juego principal y meses después quise volver para jugar el DLC Echos of The Eye. Por fin todo hizo click. Outer Wilds planta la semilla de la duda sobre cuestiones que uno no se replantea en su día a día normalmente y que puede hacer que tu enfoque en la vida cambie sutilmente. Esto es algo muy personal, no cabe duda. En el arte nunca habrá dos experiencias iguales. Hay quien al ver 2001 le supone un aburrimiento total, pero también a quien pueda modificar o ampliar su visión de la existencia. Y es precisamente esto lo que creo que Outer Wilds consigue cuando sacamos el disco de la consola.